Cuando estás dando un taller en la oficina y se va la luz, la culpa es de la compañía de energía eléctrica o de la cede que no tiene un generador. Pero cuando algo sale mal en un webinar que tú diriges desde tu hogar, el único culpable eres tú. Porque si no tienes recursos o manos extra, ese día serás: orador/a, media manager, administrador, entre muchos otros.
De pensarlo, a cualquiera le da estrés.
Orador/a
Cuando damos un discurso en persona, podemos observar lenguaje corporal en tiempo real para discernir si las personas nos entienden o si vamos muy rápido. En lo virtual, no tenemos ese insumo. Cuando llevamos un mensaje hay varias piezas moviéndose simultáneamente. Estamos pendiente de lo que queremos decir, por qué parte del discurso vamos, cuánto tiempo llevamos hablando.
Media Manager
En línea, el discurso y la tecnología están atados. Por esto, además de ser oradores, somos media managers. No es lo mismo que llegar a un salón y tener la pantalla de proyección, el proyector, y la computadora lista. En persona, normalmente tu conectas un JumpDrive y arrancas. Desde casa, recae en ti el tener una conexión de Internet estable, una cámara de alta resolución, unos audífonos, el saber cómo navegar entre la presentación, el chat, y tu escritorio.
Administrador/a
Y como si esto no fuese suficiente, también eres administrador del bendito webinar. Mientras en talleres en persona, tú o el personal administrativo le envían los detalles a los participantes, en los webinars alguien tiene que asegurar que los participantes pueden entrar. Además, tienes que tomar decisiones ejecutivas sobre si mantener las cámaras visibles, los micrófonos abiertos, cuándo tomar preguntas.
Ujier o Asistente
Por último, está el factor ambiente. En un taller presencial solemos separar un salón de conferencias, una sala de reuniones con sus mesas, sillas, y trasfondo limpio. Sin embargo, cuando facilitamos un webinar desde casa no estamos en un ambiente ideal. Tenemos que identificar un área apropiada, practicar ángulos con la cámara, trabajar con la iluminación, identificar las horas del día que son más silenciosas o gozan de la mejor luz. O sea tenemos que velar por iluminación, sonidos externos, eco, y la apariencia general del espacio.
Toma las riendas del show
Conozco los retos de cada modalidad porque he sido oradora en espacios tradicionales por más de una década. Hoy por hoy, los webinars ya no me dan pánico porque también llevo sobre 10 años enseñando en línea y facilitando reuniones remotas con colegas y clientes en Puerto Rico y los Estados Unidos continentales. A través de estas experiencias, he reflexionado sobre lo que funciona, lo que no ayuda, y desarrollado instrumentos que me traen calma.
Hoy quiero ofrecerte la oportunidad para que, igual que yo, remuevas el factor miedo de tu próximo webinar. Para que sepas lo que debes hacer en cada etapa. Está comprobado científicamente que cuando reducimos nuestra carga cognitiva podemos funcionar mejor. O sea que cuando remueves el estrés de ser ujier, administrador, y media manager, te puedes enfocar en lo que viniste a hacer: compartir un mensaje.
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